Somos moléculas. Tan solo eso. Un conjunto de átomos. Pasamos por aquí. Estorbamos un rato. Y desaparecemos. Nada más. Plof. En un instante. El carbono vuelve a ser carbono, y el oxígeno vuelve a ser oxígeno. Y nosotros seguimos siendo nada. Solo el tiempo permanece. Todo es relativo. Las ideas se dispersan. Tal vez nunca fueron reales. La felicidad es una quimera. El amor es simplemente un proceso químico. En un universo paralelo nada importa demasiado. Solo somos materia. Energía. Solo unos minutos desperdiciados. Unas cuantas líneas que se entrecruzan. Un punto perdido en la oscuridad del espacio.
sábado, 30 de enero de 2010
martes, 19 de enero de 2010
papeles
"Donde quiera que estés, te gustará saber, que te pude olvidar y no he querido, que por fría que sea mi noche triste, no echo al fuego ni uno solo de los besos que me diste."
Sonrío. No lo puedo evitar. Me encanta encontrar las notas que vas dejando por la casa. Frecuentemente son fragmentos de canciones. Las encuentro de la manera más tonta, y termino tarareándolas sin darme cuenta. Están en los sitios más insospechados: dentro de la caja de galletas, en el bote de los caramelos, entre los calcetines del cajón o dentro de las páginas de un libro perdido en la estantería.
Tal vez pasen los años y siga encontrando papelitos. Tal vez ya no estés aquí, y tus papeles hagan que sea imposible borrar tus recuerdos de mi memoria. Tal vez, algún día, sea capaz de dejar de buscarlos.
lunes, 11 de enero de 2010
kilómetros
Te siento demasiado lejos. No es solo la distancia. No son kilómetros. Es algo más. Es frío. Cada paso que te alejas es un grado menos. Cada palabra que ya no me dices, es un pedazo de hielo que se resquebraja entre los dos. Cada silencio es distancia que nos separa. Pero no es solo distancia. No son solo kilómetros.
miércoles, 6 de enero de 2010
magia
Recuerda cuando aún creías en la magia. Cuando cada suceso tenía para tí una explicación sobrenatural. Cuando creías que podía haber algo más de lo que veías con tus propios ojos. Recuerda cómo te maravillaba la observación de cada pequeño movimiento, de cada hecho que se produjera de forma casual, en contra de las normas prestablecidas. Recuerda cuando aún descubrías poco a poco el mundo que te rodeaba. Cuando tanteabas los límites de la realidad. Recuerda cuando aún, mantenías viva la ilusión.
lunes, 4 de enero de 2010
coleccionista
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