lunes, 31 de octubre de 2011

llave


¿Recuerdas el candado que pusimos sobre el Tíber? Guardé una copia de la llave en el bolsillo, mientras nos prometíamos amor eterno y tirábamos la otra llave al río. La locura resultó ser más efímera de lo que esperábamos. Han pasado varios años, y aún conservaba una llave sin candado en el fondo del armario. Ha hecho falta otra ciudad, encontrar otro norte, para poder olvidar por fín la segunda llave. Bajo la lluvia la lancé al vacío, se perdió entre las aguas turbias del canal. Ya no me queda ninguna llave de repuesto, se la llevó la corriente, contigo, para siempre.

domingo, 23 de octubre de 2011

sin rumbo


Me siento fuera de lugar. Como la pieza del puzzle que nunca encaja. Perdida en la caja entre otras muchas piezas. Sin tener demasiado claro cual es el lugar que le corresponde. Ni aquí, ni allí, ni un poco más allá. Ni contigo, ni sin tí, ni con nadie. Perdida. Como un barco sin rumbo.
Naufragando a la deriva...

lunes, 10 de octubre de 2011

miniaturas


Hay días de otoño en que me asaltan los recuerdos. No sé por qué. A traición y sin previo aviso. Y me descubro caminando bajo la luna y pensando en detalles casi olvidados. De repente, me sorprendo vagando por palabras perdidas, por lejanos escenarios, por mínimas sensaciones que se me escapan entre los dedos. Son miniaturas que pertenecen al pasado, que no quiero perder en el olvido, que guardo bajo llave, por si vuelven a ser necesarios. Hoy se me ha cruzado por la mente un día de lluvia, cuando nos prometimos un googol de besos bajo un paraguas. Mañana puede ser aquella tarde en que te dije adiós. Después podría ser cualquier otra cosa, cualquier otro detalle sin importancia.


* si por casualidad, algún día leyeras esto, espero que no te importe que haya rescatado este pequeño recuerdo para uno de los textos...

domingo, 9 de octubre de 2011

un mal lunes


Tener la sensación de hacer todo mal. Continuamente. Mal contigo, mal en casa, en la oficina, en todas partes. Un maldito desastre. Saber que no es únicamente una sensación. Y querer dejar de dar vueltas. Parar para intentar pensar y decidir hacia dónde ir. Tener la sensación de equivocarme constantemente. De no saber qué estoy buscando. De cometer un error con cada decisión. De estar perdida. Cada día me cuesta más levantarme y seguir hacia delante, sin rumbo. Cada lunes me prometo cambiar, empezar de cero... pero es tan difícil. Mañana vuelve a ser lunes de nuevo.