miércoles, 31 de marzo de 2010

locura


Miedo. Siempre ha sido tu miedo fundamental. Tienes miedo a la locura. A volverte como ella. A repetir el ciclo. A abandonarte a su influjo. A caer en sus redes. Es un miedo ancestral. Es pánico. Pánico a asomarte al abismo y dar un paso. Pánico a las paredes blancas. Pánico al vacío. A la soledad de tí mísma. A no reconocerte en un espejo. A cruzar la frontera. A no distinguir la cordura de la locura.

domingo, 28 de marzo de 2010

crisis


Crisis es la palabra exacta. Las crisis se suceden, es inevitable. Y no hablo de crisis mundiales, de crisis que afectan de forma global. Me refiero a las pequeñas situaciones críticas de lo cotidiano. Continuamente están ahí. Cualquier pequeño problema puede derivar en crisis. Eso no se puede evitar. Solo se puede manejar su gestión. Y eso es lo que haces terriblemente mal. Ya sé que es difícil tomar las decisiones adecuadas. De hecho es difícil tomar cualquier decisión. Es difícil solucionar problemas. Es difícil convivir con otra gente. Esto es lo que implica ir haciéndose adulto. Claro que todo parecía más sencillo cuando éramos niños. Pero no hay vuelta atrás. Nadie dijo que fuera fácil.

jueves, 25 de marzo de 2010

cambios


Es extraño, pero últimamente algo está cambiando. Voy por la calle con ganas de silbar. Cuando me doy cuenta estoy tarareando canciones absurdas. Me sorprendo sonriendo en un descuido. Podría decir que siento mariposas revolotear en el estómago, pero esto sería ir demasiado rápido. Simplemente, parece que poco a poco se desvanecen los nubarrones. Las mañanas ya no son un abismo negro. El futuro ya no me da vértigo. Dulcificas mi carácter.

miércoles, 24 de marzo de 2010

seriedad

"Sometimes I dream about being awake" de nyki_m

Te observo, distorsionado a través del agua. Oigo que me chillas algo incomprensible. Varias veces. No te entiendo. Abro más los ojos, dentro del agua, pero sigo sin entenderte. Cierro los ojos. Ya apenas salen burbujas. Ya apenas puedo oir lo que me dices. Sumerges tus brazos en la bañera y con un movimiento rápido me sacas hacia la superficie. Aspiro una bocanada de aire, y mis pulmones vuelven a llenarse de oxígeno. Me miras fijamente. Estás muy cabreado. Das un golpe seco contra el lavabo. Aunque siento que lo que de verdad querrías es descargar tu ira contra mí. Me encanta cuando te pones serio conmigo. Pareces tan seguro de lo que dices. Tras la primera explosión me hablas midiendo las palabras, intentando no levantar la voz. Intentando controlar la rabia. Hablas como se hablaría a un niño pequeño, o a un loco. Me intentas convencer, pero sin estar seguro de si comprendo el significado de lo que dices. Sé que es agotador intentar rescatarme continuamente del abismo. Solo me pregunto cuándo te darás por vencido, cuándo me dejarás por imposible.

domingo, 21 de marzo de 2010

perfume


Hace algún tiempo ni siquiera me planteaba este tipo de cosas. Y menos, contigo. Pero eso queda demasiado lejos en este instante. Ahora, cuando siento un olor conocido por la calle, me giro instintivamente para ver si eres tú. Pero siempre son otros. No soy lo suficientemente rápida, nunca consigo ver ni siquiera tu sombra. Siempre te escapas entre mis recuerdos. Sigo caminando y me detengo frente al escaparate, repleto de frascos de diversos colores y tamaños. Entro en la perfumería, recorro las estanterías guiada solamente por el olfato. Tras una pequeña búsqueda, al fin lo encuentro. Me voy más tranquila, caminando despacio. Me tumbo en la cama, sobre las sábanas. Con cuidado, derramo unas cuantas gotas sobre la almohada. Sé que esto solo es una ilusión, que no puede sustituir tu ausencia. Pero por fin puedo conciliar el sueño, sintiendo, dentro de este absurdo, que aún sigues a mi lado. Que te acabas de levantar y que volverás en un momento. Que no te has ido para siempre.

sábado, 20 de marzo de 2010

insert coin


Esto es una carrera de fondo.
Insert coin, insert coin, insert coin.
No desesperes, que alguna vez toca premio.

lunes, 15 de marzo de 2010

trayectos


Auch. Muévete un poco hacia allá. Shhhh. Silencio. Es muy estrecho. Ploc. Apenas tenemos espacio. Acércate. Cuidado. Despacio. El sonido del metal amplifica cualquier golpe. Espera. Se oye algo, murmullos al otro lado. Me miras con inquietud. Estamos tan cerca que puedo oir los latidos de tu corazón. Cierra bien la puerta. Siento tu pulso acelerado. Acércate. Así, despacio. El vaivén no facilita la situación. Pierdes el equilibrio. Necesitas un punto de apoyo. Agárrate a mí. Con cuidado. Estamos tan cerca que puedo sentir tu respiración sobre mi piel. Así, despacio. Tus manos impacientes recorren todo mi cuerpo. Despacio. Se oye a lo lejos la megafonía. Un poco más. Así. Deprisa. Solo quedan unos segundos. Así. Despacio. Ahogo un grito entre tus dedos. En ese momento, se detiene el movimiento con un chirrido sordo. Una monótona voz metálica anuncia la llegada. Próxima estación: Zaragoza Delicias. Espera. Ahora. Abre la puerta. Sal, date prisa. Te giras y me sonríes. Ten cuidado de no tropezar con las maletas. Adiós. Mézclate con los viajeros que suben al tren.

viernes, 12 de marzo de 2010

espectros


¿Por qué caminas como si estuvieras muerta? ¿Lo estás? Crees que no. Aunque no habría demasiada diferencia. Te sientes como un personaje olvidado. Invisible. Hablas sin emitir sonidos, te mueves sin apenas desplazamiento. Te sientes ajena a todas las conversaciones. Son extraños. Te envuelve el silencio. Y el frío. Últimamente los días son demasiado negros. Ni siquiera eres capaz de vislumbrar una puerta abierta a lo lejos. Tal vez sea más difícil de lo que crees cruzar al otro lado. Tal vez no exista ese otro lado, y estés condenada a seguir siendo un espectro.

domingo, 7 de marzo de 2010

luces metropolitanas


En las afueras, la noche tiene luces azuladas, que desembocan en la más profunda oscuridad. Todo se vuelve negrura en un instante, solo rota por los faros de algún coche despistado. Sin embargo, en la ciudad las noches son naranjas. A la luz de las farolas, todo se tiñe de manera irreal. Lo que antes era blanco, se colorea, cambian los reflejos y las tonalidades. Todo desaparece bajo un brillo anaranjado, fantasmagórico, que envuelve la ciudad por completo. Cierras los ojos y sigues viendo ese destello cálido. Miras hacia el cielo y el resplandor no te deja ver más allá. La ciudad se convierte en una burbuja, en una prisión de vidrio amarillento, en una esfera que te aisla del exterior. En ese momento, quieres gritar, huir de allí, escapar de una realidad distorsionada. Pero no puedes. Estás atrapado entre las luces, y por mucho que corras, no podrás dejarlas atrás.

viernes, 5 de marzo de 2010

el pequeño astrónomo


Desde niño dirigió sus ojos hacia arriba. Primero sin articular palabra, señalaba las cúpulas de los edificios. Después, miro más allá, y comenzó a buscar formas en las nubes, a descubrir dibujos escondidos entre su blancura esponjosa. Pronto subió un poco más, centrando su mirada en el cielo. Un cielo oscuro y cuajado de estrellas. No le importaba nada lo que hubiera abajo. Tan solo poder leer esos diminutos puntos luminosos. Pero estaban demasiado lejos. No conseguía verlas bien. Frecuentemente utilizaba un telescopio para acercarlas un poco. Pero aún así seguían estando demasiado lejos. Mientras, abajo seguía pasando el tiempo, sin que el pequeño astrónomo se diera cuenta. Pasaron las estaciones, una detrás de otra, y los astros variaban ligeramente su posición en la bóveda celeste. Pasaron una tras otra. Hasta que un día, se cansó de mirar el infinito y decidió tocarlo con los dedos. Ya nunca más volvió a mirar hacia abajo. Y subió, subió, subió hasta el punto más lejano. Al fin y al cabo, todos somos polvo de estrellas.

miércoles, 3 de marzo de 2010

piedras


Ya me lo decían desde pequeña. Que era demasiado arisca. Y tenían razón. Desde siempre el contacto físico me ha producido cierto vértigo. Solo observo a lo lejos, en la tranquila comodidad de la distancia. Sin atreverme a acercarme. Sin atreverme a tocar a los otros. Soy incapaz de sentir empatía por los que me rodean. Quizás fue un proceso lento, que se ha ido agudizando a lo largo del tiempo, o quizás siempre fuera así y solo ahora soy plenamente consciente. ¿En que momento dejo de latirme el corazón? ¿Cuándo fue sustituido por un par de piedras entrelazadas que de vez en cuando hacen "boom, boom"?

lunes, 1 de marzo de 2010

fracaso


Echas la vista atrás y no hay nada. Veinticinco años desperdiciados. Se dice pronto. No tienes nada. No has conseguido nada. Has perdido el tiempo. Y las ganas. Eres lo que la gente snob denomina looser, y lo que desde siempre ha sido un perdedor. Ahora te das cuenta de que lo que considerabas talento, no despunta ni un ápice entre la mediocridad. Pasas desapercibida. Lo mísmo da que estés o que no estés. Poco se iba a notar tu ausencia. Fracaso, es la palabra exacta. Tal vez nada merezca la pena ya. No eres de las que resucitan de sus cenizas, sino de las que cada vez que se mueven se hunden aún más profundo en el barro. Bajas las escaleras y comienzas a andar. Cada vez más deprisa, los cuatro kilómetros que separan los dos puntos. Como si al ir cada vez más rápido, se pudieran borrar más deprisa los recuerdos. Te tragas tus propias lágrimas saladas, mientras el frío te hiela la nariz. Solo esperas llegar agotada, para poder dormir. Pero ni siquiera eso. Pasas las noches en vela, mirando al techo. Dando vueltas a la cabeza. Miras al pasado y solo ves fracaso. Miras hacia el futuro y solo puedes imaginar el vacío.