Tal vez sea solo que me pone triste que anochezca tan pronto, ser consciente de que ya es otoño, pero me he levantado con un nudo atenazándome el estómago. Al salir, caminando como una autómata, no sé como he acabado deambulando sin rumbo por las pequeñas callejuelas de Malasaña. Y de repente me han asaltado montones de recuerdos olvidados, he empezado a darle vueltas a la cabeza, a pensar cómo cada persona que se cruza por tu vida deja un pedazo de sí, apenas nada, un detalle para echarles de menos. Y me ha hecho sentir cada vez más triste. Aún con más nostalgia. A veces me pregunto si yo también seré parte del olvido de alguien, si un mínimo gesto hace que se acuerden también de mí. Imposible saberlo. Sigo caminando, me cruzo con desconocidos, que también caminan a la deriva, y de momento, siento pánico a encontrarte al girar cualquier esquina. A verme reflejada en tus ojos. A darme de bruces con la realidad. Sin poder escapar. Sigo andando, cada vez más rápido, para salir del barrio, pero no puedo evitar esa sensación de ligero vértigo, de estar desierta, vacía por dentro. Y sigo sin encontrar las palabras adecuadas, no puedo parar de imaginar mentiras, o como prefiero llamarlas, ficciones para los días nublados.
lunes, 28 de octubre de 2013
nostalgia
Tal vez sea solo que me pone triste que anochezca tan pronto, ser consciente de que ya es otoño, pero me he levantado con un nudo atenazándome el estómago. Al salir, caminando como una autómata, no sé como he acabado deambulando sin rumbo por las pequeñas callejuelas de Malasaña. Y de repente me han asaltado montones de recuerdos olvidados, he empezado a darle vueltas a la cabeza, a pensar cómo cada persona que se cruza por tu vida deja un pedazo de sí, apenas nada, un detalle para echarles de menos. Y me ha hecho sentir cada vez más triste. Aún con más nostalgia. A veces me pregunto si yo también seré parte del olvido de alguien, si un mínimo gesto hace que se acuerden también de mí. Imposible saberlo. Sigo caminando, me cruzo con desconocidos, que también caminan a la deriva, y de momento, siento pánico a encontrarte al girar cualquier esquina. A verme reflejada en tus ojos. A darme de bruces con la realidad. Sin poder escapar. Sigo andando, cada vez más rápido, para salir del barrio, pero no puedo evitar esa sensación de ligero vértigo, de estar desierta, vacía por dentro. Y sigo sin encontrar las palabras adecuadas, no puedo parar de imaginar mentiras, o como prefiero llamarlas, ficciones para los días nublados.
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No hay palabras adecuadas para esos momentos, lamentablemente (o no) sólo sensaciones. El lenguaje es discreto, la realidad continua (que dirían los matemáticos y estadistas)
ResponderEliminarUn saludo desde las sombras del otoño
Vuelva usted!
ResponderEliminarSí, sí, estoy en ello...
ResponderEliminarAunque creo que te podría decir lo mismo... : )
Las malditas redes sociales han reducido mi tiempo, pero sinceramente hace dos años que algo dejó de funcionar en mi cabeza y me quitó "eso" que me permitía escribir...Eso si. siempre me hace sentir bien leer a personas que escribían cuando yo..también lo hacía. Y eso de abrirse un tuiter...y sólo escribir 7 veces!! En fin, por aquí la espero señorita
ResponderEliminar...lo sé, absolutamente mea culpa.
ResponderEliminarHace semanas que intento escribir algo, pero parece que últimamente se me han atragantado las palabras! También para mí algo hizo clic y necesito encontrar de nuevo las ganas, el tiempo, la ilusión de volver... prometo retomar los asteriscos, con blog, fb, tw...
Gracias por escribir, la verdad es que ayuda saber que hay alguien al otro lado.
Mientras tanto, seguimos en las RRSS "personales" :)
Pero yo en esas no la puedo seguir :( A pelodegato la tengo en isntagrm y en twitter, pero a vm en ningún sitio. avise si pasa por mi instagrm (http://instagram.com/raven_neo ) o mi twitter (@raven_neo) Tengo todo con candadito, pero queda invitada
ResponderEliminarSiguiéndonos!
ResponderEliminar@bperacho en ambas :)