Maldita sea. Te tengo ganas desde el primer día que te ví. Desde antes de conocerte.
Y ahora, cada vez se me hace más difícil. Muero por tocarte, por sentirte, por descubrirte. Me torturo imaginando cómo es tenerte cerca, recorrer todo tu cuerpo, besar tus labios, perderme entre tus brazos, escapar de la realidad contigo.
Y sé que la situación es insostenible, que terminaré confesandotelo de la peor manera posible, como siempre hacemos los tímidos en extremo, sin medir las consecuencias de nuestras palabras, como quien se tira al vacío sin red, como un secreto que arde entre los dedos, como una bala envenenada disparada a quemarropa.
Y el vértigo me marea, es como asomarme al abismo del infinito. Implosionaré como una estrella pasajera, como una supernova, generando un agujero negro. Y después, tras la explosión, desapareceremos y ya no habrá nada, nunca más.
Y ahora, cada vez se me hace más difícil. Muero por tocarte, por sentirte, por descubrirte. Me torturo imaginando cómo es tenerte cerca, recorrer todo tu cuerpo, besar tus labios, perderme entre tus brazos, escapar de la realidad contigo.
Y sé que la situación es insostenible, que terminaré confesandotelo de la peor manera posible, como siempre hacemos los tímidos en extremo, sin medir las consecuencias de nuestras palabras, como quien se tira al vacío sin red, como un secreto que arde entre los dedos, como una bala envenenada disparada a quemarropa.
Y el vértigo me marea, es como asomarme al abismo del infinito. Implosionaré como una estrella pasajera, como una supernova, generando un agujero negro. Y después, tras la explosión, desapareceremos y ya no habrá nada, nunca más.