Hay días de otoño en que me asaltan los recuerdos. No sé por qué. A traición y sin previo aviso. Y me descubro caminando bajo la luna y pensando en detalles casi olvidados. De repente, me sorprendo vagando por palabras perdidas, por lejanos escenarios, por mínimas sensaciones que se me escapan entre los dedos. Son miniaturas que pertenecen al pasado, que no quiero perder en el olvido, que guardo bajo llave, por si vuelven a ser necesarios. Hoy se me ha cruzado por la mente un día de lluvia, cuando nos prometimos un googol de besos bajo un paraguas. Mañana puede ser aquella tarde en que te dije adiós. Después podría ser cualquier otra cosa, cualquier otro detalle sin importancia.
* si por casualidad, algún día leyeras esto, espero que no te importe que haya rescatado este pequeño recuerdo para uno de los textos...
VIdas en un instante, todas almacenadas deseando salir, y ser, al menos en la imaginación.
ResponderEliminarPD: googol de besos bajo un paraguas, debe de durar más de una vida y costar más de un par de labios nuevos..