miércoles, 6 de octubre de 2010

cubo de rubik


Nunca supe resolver uno de estos malditos cubos. Giras una cara, das una vuelta, vuelves a girar, ya tienes una cara completa. Perfecta. El resto es el caos. Por mucho que lo intentes, solo conseguirás destrozar la cara resuelta. Contigo me pasa lo mísmo. Cuando creo que comienzo a comprender una mínima parte de tí, descubro detrás todo un universo de desastre. A veces intento hacer trampa, y despegar las pegatinas de colores, intento cerrar los ojos y dejarme llevar. Pero siempre, de una manera u otra, presiento que no estoy en el lugar adecuado, que no estoy haciendo los movimientos correctos, que nunca, por mucho que lo intente, conseguiré descifrar el enigma.

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