jueves, 3 de noviembre de 2011

miércoles


"No sabes nada, Jon Nieve". Esto es lo que se me viene ahora mísmo a la cabeza. Reflexiones/ficciones de un miércoles perdido.
Y quien dice este nombre, dice cualquier otro, puede sustituirlo por muchos otros, por casi cualquier nombre. El tuyo por ejemplo. O el mío. Aunque ni tú vistes de negro ni yo soy una salvaje pelirroja.

 Y es que llegados a este punto solo quedan dos opciones.
 - Opción A. Asaltarte un lunes por la mañana frente a la máquina de café, y que sea lo que Dios quiera, porque esto es un sinvivir, y no puedo soportar más esta situación.
(Es una opción altamente inviable, aún me queda una pizca de dignidad)
 - Opción B. Olvidarte, olvidarte mucho, olvidarte para siempre, porque sé que esto no tiene ni pies ni cabeza, ni saldría bien ni podría soportarte.
 (Y aunque siempre es difícil cerrar una puerta, sin guardar una llave en el bolsillo, esta es la opción más razonable)

 Y esto es lo que vengo pensando bajo la lluvia, un miércoles cualquiera.

 Y como estoy entre triste y de mala hostia, me he dado un pequeño capricho, unos muñequitos siniestros que llevaba tiempo buscando. También un khol waterproof, y una tableta de chocolate negro. Para que al menos las últimas lágrimas no sean góticas y tengan un final dulce. Para que así, decidir, me cueste un poco menos.



3 comentarios:

  1. La dignidad está demasiadas veces sobrevalorada y confundida con el orgullo. Asalta, quizás es un poco asperger como yo y no se da cuenta de las cosas xD Y si no es el caso, pues tira la llave al río !

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  2. qué va, es más que nada que no ve lo que no quiere ver...
    adiós llave! : )

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  3. Pues nada, que siga la vida ! Que siga el juego !

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