Clack. Pulsa un botón. Silencio. Momentos musicales. Clack. Sonido. Clack. Silencio. Clack. Música aleatoria. Cierra los ojos. Vuélvelos a abrir. Cada vez que pulsas el botón cambia. Clack. Todo cambia. Diferente música, diferente situación. Diferentes colores, diferentes olores, diferentes sensaciones. Clack. Pausa. Un breve momento de tranquilidad. Clack. Todo se sucede a una velocidad de vértigo. Clack. La vida es lenta, una melodía instrumental. Pero solo dura un instante. Clack. Ahora cambia el ritmo, aumenta el sonido, va in crescendo, muy rápido, elevando el volumen, hasta llegar al estallido final. Clack. Respira. Quítate los auriculares. Regresa a la realidad. Escucha el exterior, las conversaciones ajenas. Las voces, los susurros, los sonidos cotidianos de la calle. Se ha hecho demasiado tarde. Apresúrate. Clack. Deja la música en stand by, para cualquier otro momento.
Cambia el ritmo, lo que ves parece distinto.... pensar que los sonidos tienen tanto poder!
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