domingo, 27 de diciembre de 2009

inercia


Hace algún tiempo que dejaste de luchar. No recuerdas ni siquiera cuándo fue. Simplemente, sabes que desde ese momento te dejaste llevar. Te dejaste arrastrar por la corriente. Nada importa desde aquel día. Lo mísmo te da estar aquí que allí, estar despierta que dormida, estar viva que muerta. Solo sabes que vas a la deriva. Tu vida ya no te pertenece. Es de nadie. Te dejas llevar por la inercia. Sin oponer resistencia.
Pero llegará un momento en que eso no sea suficiente para seguir. Y entonces, no sabrás qué hacer. Porque has olvidado cómo se hace nada, te has convertido en una marioneta. Eres tan solo una sombra difusa de lo que fuiste. Y ahora, tal vez, nada de aquello se pueda volver a recuperar ya. Ahora, tal vez, no merezca la pena echar la vista atrás.

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