miércoles, 16 de diciembre de 2009

madera


Le gusta encerrarse en su taller las tardes de invierno. Fuera, hace frío y la lluvia repiquetea en los cristales, cubiertos de vaho. Dentro, el ambiente es cálido, el ruido del torno es ensordecedor y el olor de la madera invade todo. Poco a poco va tallando cada pieza, con paciencia, con esmero, como un artesano. Las virutas flotan en el aire, caen despacio y se acumulan sobre el suelo. Comienzan a surgir formas de cada bloque, aparecen vetas oscuras que surcan la figura, rompiendo su monotonía. Cada talla es distinta, las encera con cuidado, puliendo minuciosamente cada uno de sus recovecos. Para él son robustas, pero a la vez tan frágiles, como si en vez de en madera, estuvieran talladas en cristal. Las mima entre sus manos. Una vez que están terminadas, vuelve a colocar todo en su sitio, cierra la puerta, y sale de nuevo al frío.

2 comentarios:

  1. Waw, ¿Seguro que cuentas con cierta sinestesia? Transmiten muchas sensaciones tus escritos, tantas que a otro semi-sinestésico lo haces casi sentir todo lo que lee !

    ResponderEliminar
  2. hola!!!
    que tal, te invito a mi blog, http://top50world.blogspot.com un blog en el que puedes proponer tu música favorita del país que más quieras (si el país no está en la lista, lo puedes proponer en un comentario)quizás tu canción sea la que represente a dicho país, suerte y gracias por participar en el top 50 world

    ResponderEliminar