Desde que te conozco estoy fascinada por tu boca. No sé si te lo he dicho alguna vez. No, claro, no son cosas que se digan a un extraño que acabas de conocer. Qué hubieras pensado. Pero me encanta. A veces, en una conversación, me es difícil mantener la mirada fija en los ojos de la otra persona, entonces, siempre termino mirando la boca, los labios que se mueven constantemente, los dientes que asoman entre ellos, los gestos, la forma en que se articula cada sonido. No sé desde cuando ni cómo comenzó, pero tengo esa manía. Cuando hablo contigo intento evitarlo, pero al final mi mirada se va irremediablemente hacia tu boca, y pierdo el hilo de lo que pienso. No tengo remedio, me encantan tus labios, gorditos, se mueven despacio cuando hablas, hasta que terminas lo que estás diciéndome y me sonríes ligeramente, consciente de que no te estaba escuchando, como si no te importase que haya perdido el significado de lo que dijiste, como si tuvieras todo el tiempo del mundo para repetir cada una de las palabras que pronunciaste.
Que envidia ! xD
ResponderEliminarEnvidia de observador? o de ser el objeto observado? :)
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