domingo, 27 de marzo de 2011

memoria


Nos miramos como dos extraños. Tu gesto indica que no reconoces mis facciones, que soy un completo desconocido para tí. Te revuelves en tu asiento incómoda, y me sonríes de manera cortés, como harías con cualquiera que te encontraras. Como harías con cualquiera que se cruzara un instante en tu camino. Todo se me hace tan raro. Desde el accidente soy para tí una persona ajena. O no. Ahora tus ojos reflejan la frialdad de un glaciar. No ha sucedido ninguna tragedia. Simplemente un día decidiste sacarme de tu vida. No hay más explicación que ésta: en un momento decidiste borrarme de tu memoria. Y ahora todo lo que tenga que ver conmigo, te es absolutamente indiferente.

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