Te miras al espejo y no te reconoces. ¿Quién es ese desconocido que te devuelve el reflejo? Miras a los ojos de tu alter ego, pero no ves nada. Están vacíos. Es la mirada perdida de otra persona. Acercas la mano despacio al espejo. Tocas levemente el cristal con el dedo. En este momento te gustaría que la fría superficie se convirtiera en líquido, poder pasar al otro lado, como en una película de ciencia ficción. Cruzar la frontera y descubrir un mundo invertido. Tiene que existir una realidad paralela, piensas, no puede ser que todo sea solamente lo que ves aquí.
Las ganas de pesar a otra realidad...no invertida. Me conformo con que sea distinta. En realidad de pequeño me asustaba bastante pensar que el que había al otro lado del espejo era bastante más fuerte y maligno que yo.
ResponderEliminarSí, a mí de pequeña también me daba miedo eso, descubrir al "yo" del otro lado del espejo...
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