martes, 23 de noviembre de 2010

hielo


Tienes las manos heladas, me dices. Me meto las manos en los bolsillos. Voy al baño, el espejo me devuelve un reflejo azul. Desdibujado. Ya casi no me veo. Vuelvo a la sala. Dejo un rastro de agua sobre las baldosas. Me estoy convirtiendo en un espectro. Tienes las manos heladas, me vuelves a decir. Pero si ni siquiera te he tocado, pienso. El frío invade la sala. Fuera, se está haciendo de noche. Eso es porque me estoy convirtiendo en hielo, te contesto.

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