sábado, 2 de mayo de 2009

sombras chinas


Juegas con la luz. Juegas conmigo. Por un momento te crees el amo del universo. No escuchas, solo hablas, multitud de palabras salen de tus labios. Juegas con tus manos, creas historias, manipulas a los personajes, son sombras chinas sobre la pared. No puedo participar. Solo me dejas ser una mera espectadora, a la que esperas deslumbrar con tus trucos de trilero. No eres más que un charlatán, que cree saberlo todo. No dejas entrar a nadie en tu mundo, pero tampoco les dejas escapar. Somos para tí como esas figuras de sombras, que haces y deshaces a tu antojo, marionetas que tú manejas. Pero el hechizo no es eterno. Te miro y no me ves. Te hablo y no me oyes. Me levanto y no te dignas a mirarme. Apago la luz de la lamparita y salgo por la puerta. Se acabó el juego. Ahora todo está a oscuras. Me voy, tal vez no vuelva nunca, y tú sigues igual, ni siquiera eres capaz de decirme adiós.

1 comentario:

  1. Siempre hay gente que se cree omnipotente.

    Y sí, a veces hay que valorar el "por los dos" sobretodo cuando esa persona te importa, aunque sea un poquito solo.

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