lunes, 6 de abril de 2009

azotea


Estamos subidos a la azotea. Comienza a caer la tarde, y el cielo se tiñe de rojo. Las nubes gotean sangre sobre el asfalto. Siempre te gustó ver las ciudades desde arriba, a vista de pájaro. Sentir la grandeza de los edificios, ver las personas como diminutas hormigas en las calles, y sobrevolar por los tejados, como un gato, dando saltos. Siempre te gustaron las tardes de domingo previas al verano, cuando se intuye el calor aún por llegar. Siempre te gustó mirar sin ser visto, como una especie de francotirador, o de voyeur, que disfruta paralizando el tiempo de los objetos que observa. Cámara en mano, con la ciudad a nuestros pies. Te vas reconciliando con Madrid. Encuadras, enfocas, disparas. Encuadras, te acercas, cada vez más, y no sé si tu objetivo es el horizonte, el edificio Metrópolis que queda a tu izquierda, o yo, que quedo a tu derecha, sobre el vacío. Tan solo nos separa la cámara. Te acercas, me dices que me esté muy quieta, que no puedo pestañear si quiera, porque saldría movida la fotografía. Click. Encuadras, enfocas, cierro los ojos. Disparas. Click. Te acercas. Click. Me das el primer beso, allí, en la azotea.

2 comentarios:

  1. francotirador. Mmmm me encanta ! (bueno el calor no)

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  2. No te preocupes Bea, me voy de puente pero a la vuelta explico mis teorías, y si todo sale según mi previsión igual con continuación y todo!!! jajajaj

    Que desde que me "dan clases" me falta tomar notas en los bares, para corroborar, y lo mejor, es que es toooodo cierto!!! Muy gore, desde que me aconseja todo un "experto en seducción femenina" me dan más ganas de cambiar mi sexualidad, pero no me sale...


    Besop*

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