miércoles, 22 de abril de 2009

una pequeña venganza de la realidad


5. malos presagios

Pero a veces las sonrisas también engañan. Y mientras él estaba tan lejos, ella pensaba cómo sería todo cuando volviera. Pensaba si todo aquello tenía algún sentido. Pensaba si él también se acordaría de ella en aquel momento. Esperaba con ilusión la postal que él prometió, tras esa conversación que auguraba muchos otros cafés futuros. Pero esa postal nunca llegó, porque él se olvidó de echarla al correo. Y esto, debió ser un mal presagio desde el principio, aunque en ese momento, ella, no supo verlo.

[*una historia escrita a cuatro manos: ALieNa & ZiRTäeB]

2 comentarios:

  1. suele pasar....CABRONES.....

    el por qué si se cuenta ya, no tiene gracia....

    beso*

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  2. No siempre queremos admitir lo que no queremos que sea verdad, aunque probablemente lo sea.

    Mejor ponerse siempre en el peor de los casos

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