sábado, 21 de febrero de 2009

luna


Ya es de noche. Se podrían ver las estrellas, pero no.
Doblo la esquina, envuelta en mi bufanda, tiritando de frío.
Y de repente, todo huele a algodón de azúcar y caramelo.

Porque cuando tú me dices luna, yo pienso licantropía.
No lo puedo evitar, aún a sabiendas que no es la respuesta.
Aún sabiendo que no es eso lo que quieres oir.

No mires hoy al cielo buscando dibujos en las nubes.
Ni te imagines de qué hablan los extraños que te rodean.

Hoy, cuando vuelvas la vista atrás, no encontrarás nada.
Solo oscuridad. Solo la luna llena, de nuevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario