martes, 3 de febrero de 2009

tacones


Si tuvieras que pensar cómo se camina, no podrías dar ni un solo paso. La solución, por tanto, es no pensarlo demasiado.

Escoges unos bonitos zapatos, te los pones despacio, y echas a andar. Es entonces cuando te sientes poderosa, subida sobre tus tacones de vértigo. Zapatos rojos de tacón de aguja para conquistar el mundo, para que tiemble el suelo bajo tus pies.

Esos pies que él imagina de forma enfermiza, ese oscuro objeto de deseo, tus pies descalzos caminando por la arena, tus pequeños pies envueltos en frías sábanas de seda, tus pies entre sus manos, observados ávidamente por sus ojos, acariciados suavemente por sus dedos, obsesivamente besados por sus labios…

Tus pequeños pies con las lunas perfectas de sus uñas ocultas bajo esmalte black cherries. Tus pies escondidos dentro de unos bonitos zapatos.

A la espera. Impacientes porque él los descubra.

2 comentarios:

  1. Buf, es que solo de pensar en las aceras pisanas me da miedo hasta leer lo de los zapatos rojos con tacon de aguja...

    Bss
    R

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  2. jajaja

    los baldosines asesinos!

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