viernes, 6 de febrero de 2009

soledad


Nunca entendí cómo alguien puede tener tanto miedo a estar solo, a su propia soledad. Como se aferra a cualquiera como a un clavo ardiendo. Buscas incansablemente algo que nunca encuentras, lo buscas en las personas que se cruzan en tu camino, una tras otra, una detrás de otra, pero ninguna parece ofrecértelo. A veces tardas más, y otras veces te das cuenta enseguida, de que no es eso lo que quieres. Con algunos te has hecho la ilusión de que podría ser eso lo que esperas, pero siempre ocurre algo que da al traste con tus planes. Y seguirá ocurriendo una y otra vez. Porque lo que no acabas de comprender, es que estás destinado a estar solo, que no importa si a veces alguien te acompaña en el camino, te miente diciendo que va a estar ahí o te sigue el juego. Al final, siempre te va a fallar de una forma u otra, tarde o temprano. Te da miedo estar solo porque en el fondo, sabes que no puedes contar con nadie, que seguramente dentro de un tiempo, no puedas contar ni siquiera contigo mísmo.

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