martes, 3 de marzo de 2009

ciclotimia


Hay días en los que te levantas de buen humor. No te importa tener que madrugar, puede que incluso recuerdes lo que has soñado. Desayunas, sales a la calle y hace sol. Vas sonriendo sin darte cuenta. Miras a la gente, intentas descubrir qué les pasa por la cabeza, imaginas historias irreales que tienen a todos esos desconocidos por protagonistas. Te fijas en cada detalle, hasta lo más mínimo, se convierte en todo un mundo por descubrir.
Sin embargo, hay días, que te levantas con el pie izquierdo. No has pegado ojo y el sonido del despertador te martillea la cabeza. No puedes pensar. Te levantas como un autómata, se acaba el agua caliente y se queman las tostadas. No encuentras las llaves, y cuando por fin sales a la calle, llueve y el autobús que debes coger acaba de doblar la esquina. Todo el mundo te molesta, desearías ser el único habitante del planeta y lo ves todo negro.
Unos y otros días se entremezclan sin sentido, como ingredientes agitados al azar en una coctelera que vomita su contenido sin previo aviso. Una montaña rusa emocional. Un carrusel diabólico que da vueltas sin parar, que no deja de girar. Del que no puedes bajar.

1 comentario:

  1. a mi me pasa igual cuando me levanto con el derecho, es lo que tenemos los zurdos....

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