Para qué negarlo. Me encanta Madrid.
Adoro perderme por sus rincones, caminar por sus calles sola, pasear la ciudad; en silencio, o con una improvisada banda sonora; cuando hace sol y te da el frío del invierno en la cara, o cuando llueve y caminas despacio bajo el paraguas.
Para qué negarlo. Me encanta caminar sin rumbo y descubrir nuevas calles, desorientarme y volverme a encontrar, almacenar pequeños momentos en la memoria, para luego regalarlos algún día.
Para qué negarlo. A veces me ponen triste los días plomizos de lluvia, pero también me gusta meterme en un autobús y sentarme al contrario, para ver la ciudad al revés y observar las gotas deslizarse a través del cristal empañado, con la luz anaranjada de las farolas reflejándose en los charcos.
Para qué negarlo. Me gusta esta ciudad, aunque ya no estés aquí.
domingo, 25 de enero de 2009
Madrid
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Pero regreso pronto!
ResponderEliminarBss
R.
viva viva, regresas con el buen tiempo!
ResponderEliminar:)