Mira de nuevo al espejo y sigue sin reconocerse, cada vez más ajena. Esa extraña del espejo la mira con desidia. Con el dorso de la mano se corre el maquillaje. El rojo de sus labios se extiende hasta las mejillas, el negro de sus ojos llega hasta su sien. Ahora es el principio del desastre. Aquella chica le devuelve una mirada triste. La imagen frente a ella es desoladora. Nota como poco a poco cae en el abismo, y una lágrima negra recorre su cara hasta estrellarse sobre la porcelana blanca del lavabo. Observa cómo se deshace su reflejo, sin intentar consolarlo siquiera.
martes, 6 de enero de 2009
maquillaje
Mira de nuevo al espejo y sigue sin reconocerse, cada vez más ajena. Esa extraña del espejo la mira con desidia. Con el dorso de la mano se corre el maquillaje. El rojo de sus labios se extiende hasta las mejillas, el negro de sus ojos llega hasta su sien. Ahora es el principio del desastre. Aquella chica le devuelve una mirada triste. La imagen frente a ella es desoladora. Nota como poco a poco cae en el abismo, y una lágrima negra recorre su cara hasta estrellarse sobre la porcelana blanca del lavabo. Observa cómo se deshace su reflejo, sin intentar consolarlo siquiera.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario